El movimiento es una necesidad para cualquier ser humano. Cuando no nos movemos durante un periodo de tiempo prolongado, no solamente se están debilitando nuestros músculos y huesos, sino que hay muchas otras funciones vitales se realizan con mayor dificultad.
El cerebro por ejemplo recibe un menor flujo sanguíneo cuando no nos movemos y con ello un menor aporte de nutrientes. Las contracciones musculares que se producen mientras caminamos comprimen las venas y facilitan el retorno venoso. Además la contracción muscular también facilita la acción del sistema linfático y ayuda a mantener nuestro organismo depurado.
A estas alturas ya todo el mundo sabe que el sedentarismo es un problema, pero ¿Sabemos realmente el impacto que el sedentarismo tiene sobre nuestra salud?
Un reciente estudio publicado en 2017 concluye que la inactividad física aumenta el riesgo de sufrir hasta 35 enfermedades crónicas. Algunas de ellas son condiciones crónicas importantes cada vez más prevalentes en nuestra sociedad como la Diabetes tipo2, la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad cardiovascular.
Hay una evidencia abrumadora resultado de estudios epidemiológicos que demuestra que la inactividad física incrementa entre un 30 y un 50% el riesgo de muerte por estas enfermedades. Como consecuencia, la evidencia sostiene que el sedentarismo es una de las principales causas tanto de la disminución de la esperanza de vida como de muerte temprana. Una explicación es que la inactividad física acelera la pérdida de masa muscular y fuerza, Vo2Max y capacidad cognitiva, pero sus efectos a nivel molecular son todavía inciertos.
En definitiva, la inactividad física es un causa infravalorada de casi todas las enfermedades crónicas, cuyo desarrollo incrementa la mortalidad y disminuye la esperanza de vida. Sorprendentemente, la inactividad física acelera el envejecimiento biológico, y la identificación de genes relacionados con la inactividad física será un reto en el futuro para ayudar a disminuir las enfermedades crónicas derivadas del sedentarismo y mejorar la salud y calidad de vida de nuestra sociedad.
Fuente: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6347102/
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